Las obras más
antiguas de la cultura Sumeria son unas pequeñas estatuas, que se remontan al
año 6.000 a.C, realizadas en piedra o barro y que representan diosas de la
fecundidad e ídolos, que de alguna manera nos recuerdan las venus paleolíticas
de Europa.
Conocidas también como Los Orantes. Son estatuas representativas de la cultura
sumeria, cuya finalidad parece ser, era dejar constancia de la práctica
religiosa. Se dejaban en los templos para tener la compañía constante de la
divinidad. El grupo está conformado por doce esculturas de pequeño formato, de diferente
tamaño realizadas en alabastrín. Un ejemplo de las estatuas sumerias es: Gilgamesh.
Resumen
de la Historia de Gilgamesh: El relato mítico del rey Gilgamesh, símbolo de la
lucha eterna del hombre contra el miedo a la muerte. "Que el cruce de
caminos sea el lugar donde moras". Los fragmentos más antiguos que se
conservan de La epopeya de Gilgamesh son obra de un poeta paleobabilónico que
escribió hace más de tres mil setecientos años. Fue compuesta en lengua acadia,
pero sus orígenes literarios se remontan a cinco poemas sumerios. En ella se
cuenta la historia de Gilgamesh, el gran rey de Uruk, sus encuentros con
monstruos y dioses, su enfrentamiento y posterior amistad con En kidu el
salvaje, el nacido en las tierras altas, y su arduo viaje en busca del secreto
de la inmortalidad. Además de abordar temas como la familia, la amistad o los
deberes del rey, La epopeya de Gilgamesh versa, sobre todo, de la lucha eterna
del hombre contra el miedo a la muerte .La versión de Andrew George -la de
referencia en el mundo occidental- la introducen palabras muy sabias de José
Luis Sampedro. Como cierre, un epílogo sobre la pervivencia del mito realizado
por los profesores de comunicación audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra
Jordi Balló y Xavier Pérez. Jorge Luis Borges dijo... "Tal vez no solo
cronológicamente es la primera de las epopeyas del mundo".
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